Sol, playa, piscina, buena comida y bebida. Estupendos ingredientes para disfrutar de unas maravillosas vacaciones, salvo que hagamos una mezcla explosiva con algunos de ellos, y todo se tuerza.
Parejita de turistas rusos alojados en hotel de playa en la costa de Salou. Como ya sabéis les suele gustar el vodka más que a un mono una guitarra.
Al atardecer de uno de estos días veraniegos, y tras ponerse de alcohol hasta las cejas, al varón de la pareja se le ocurre la feliz idea de visitar la piscina del hotel, la cual estaba ya sin vigilancia de socorristas.
Hace caso omiso de las señales de profundidad que se encuentran detalladas en el perímetro del vaso, y tampoco atiende a la prohibición de tirarse de cabeza. Elige la zona donde menos cubre (70 cm) y ahí va, de cabeza a la perdición!, eso sí, acompañado de los efectos espirituosos de esa gran bebida rusa. El resultado era de esperar. Graves lesiones en columna vertebral.
Se le traslada de inmediato al Hospital General de Reus, donde se le diagnostica paraplejia de miembros superiores, debido al daño irreversible en vértebras principales.
Ahora viene lo bueno!!
La madre del chaval se entera y vuela junto a su hijo, la cual tiene vínculos con la mafia rusa, por lo que pasados unos días aparece en el aeropuerto de Reus un avión medicalizado procedente de Moscú. La madre, bajo su responsabilidad, decide llevarse a su hijo. Tras el papeleo oportuno, se le traslada en ambulancia, escoltada por varios coches, hasta el citado aeropuerto, retornando a casa.
Pasado aproximadamente un año, llama la madre al hotel, para agradecer la atención recibida en el mismo, e informar del total restablecimiento de su hijo. Uff!, por fin un final feliz!.
Se repiten estos casos con mucha frecuencia, aunque desgraciadamente con un final más cruento. Más aún cuando las grandes cadenas hoteleras están modificando los vasos de las piscinas, disminuyendo su profundidad, con el fin de utilizarlas en otras actividades (aquagym, etcétera).
Como veis, no es nada saludable lo de tirarse de cabeza (piscinas, mar, río) sino quieres correr un riesgo innecesario y fastidiarte la vida. Porque ocurrir, ocurre, y con frecuencia. Esperemos no tener que interesarnos nunca por ese hospital de Moscú que hace milagros.