INSTALACIONES FOTOVOLTÁICAS

Debido a la situación energética que atraviesa Europa, se está experimentando un auge en el interés y en la inversión en energías renovables. En esa línea, la Península Ibérica, por sus condiciones climatológicas especialmente favorables para la explotación de la energía solar, está viviendo un notable incremento en el número de instalaciones fotovoltaicas en uso, escenario que no ha de pasarse por alto desde el punto de vista de la Prevención de Riesgos Laborales. Sin ir más lejos, un gran número de estas instalaciones se ubican en tejados de naves, fábricas, inmuebles residenciales, etcétera, por lo que conllevan la realización de trabajos temporales en altura, con el elevado riesgo de caída que implican, además de los riesgos eléctricos derivados de la propia instalación de los equipos. 

Es también interesante observar que, según la normativa en PRL, es obligada la presencia de recurso preventivo para trabajos de especial peligrosidad, en cuya calificación se incluyen los trabajos temporales en altura. Además, en estos casos, existe la obligatoriedad de desarrollar un proyecto y/o estudio básico de seguridad o plan de seguridad. Todo esto deriva en que el número de actores implicados en la ocurrencia de un siniestro se ve incrementada, pudiendo implicar a la propiedad/promotor, el contratista principal, las potenciales subcontratas, la dirección de obra, el coordinador de seguridad y otras empresas, dependiendo del caso concreto. 

Es nuestra labor analizar el caso en profundidad, con las particularidades legislativas y reglamentarias que implica el propio sector de energías renovables, y abrir el abanico de implicaciones que en la mayoría de los accidentes se da, con independencia del acta de infracción la cual sólo apunta superficialmente a alguna de ellas.